El control de la espasticidad en el Departamento de Medicina Física y Rehabilitación ofrece una atención médica especializada y específica para las personas con espasticidad en el campus de Mayo Clinic en Rochester, Minnesota.
Nuestros médicos altamente especializados pueden ayudar con la espasticidad causada por una enfermedad o lesión en el sistema nervioso central tanto en niños como en adultos.
La espasticidad puede causar molestia, dificultad para moverse, y deformidad de huesos y articulaciones.
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Espasticidad en los brazos: suele manifestarse en los músculos que contraen el brazo en dirección al cuerpo y flexionan el codo, la muñeca y los dedos.
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Espasticidad en las piernas: suele manifestarse en los músculos que giran la cadera hacia dentro, estiran la rodilla y contraen el pie hacia abajo y adentro.
En algunas personas, la espasticidad es apenas perceptible.
En otras, es muy limitante.
Por qué deberías consultar a un médico de Medicina Física y Rehabilitación sobre tus espasmos musculares
Cada uno de nuestros médicos especialistas en espasticidad completó una capacitación real, que incluye experiencia práctica de posgrado, mentoría individualizada y tiempo de observación con profesionales de atención médica y sus pacientes con diagnósticos complejos.
Junto con el modelo único de atención médica integrada y coordinada por el que se reconoce a Mayo Clinic, nuestros especialistas también reciben capacitación procedimental sólida en inyecciones de toxina botulínica y fenol con estimulación eléctrica o ecografías.
Nuestros médicos pueden ayudar a distinguir la espasticidad de otros problemas y crear un plan de cuidados para ti.
Recibirás una evaluación, seguida de una consulta individualizada con nuestros especialistas en espasticidad, para entender bien qué tienes.
Te preguntaremos sobre tus antecedentes y sobre cómo la espasticidad afecta tus actividades cotidianas.
Las preguntas típicas que podemos hacer se relacionan con la manera en que la espasticidad afecta cómo caminas, bebes una copa o cambias de posición.
Evaluación de tu espasticidad
Durante tu evaluación, el especialista de Medicina Física y Rehabilitación:
- Revisa tu fuerza, reflejos y sensación.
La debilidad muscular y el aumento de reflejos pueden mostrar dónde se alteró la comunicación entre el cerebro o la médula espinal y los músculos.
- Mide la amplitud de movimiento y la flexibilidad de tus articulaciones mediante el movimiento de brazos y piernas a diferentes velocidades.
- Evalúa tu capacidad para completar actividades diarias, como caminar, usar las escaleras, cambiar de posiciones o recoger objetos del piso.
- Evalúa la fluidez de tus movimientos durante ciertas tareas, como agarrar una copa.
- Busca problemas de visión, sensibilidad o equilibrio que puedes informar o mostrar.
El especialista también puede recomendar que completes pruebas adicionales.
Mayo Clinic cuenta con máquinas de pruebas altamente sensibles y de vanguardia para brindar los mejores resultados, incluidas las siguientes:
- En las imágenes por resonancia magnética, se explora el cerebro y la médula espinal para buscar una causa.
- En las radiografías, se pueden observar problemas de desarrollo de las caderas, curvatura de la columna vertebral, debilitamiento de huesos o deformidades óseas.
La prueba de marcha en el laboratorio es una evaluación detallada y minuciosa de tu manera de caminar.
Te conectan sensores al cuerpo.
Estos sensores registran el movimiento, ya que capturan la actividad eléctrica de los músculos y graban esta información en una computadora.
La computadora genera una imagen del movimiento para ayudarle al equipo a decidir qué tratamiento podría funcionar mejor en tu caso.
Un plan de tratamiento de rehabilitación justo para ti, diseñado contigo
Tras tu consulta, trabajaremos contigo para crear el mejor plan de cuidados para ti.
Es importante tratar la espasticidad si causa problemas, pero puede suceder que esta sea solo una de las preocupaciones que tienes.
Nuestros expertos pueden ayudarte a identificar tus necesidades y tus mejores opciones de tratamiento.
Con tus objetivos en mente, tu equipo multidisciplinario puede analizar opciones tanto quirúrgicas como no quirúrgicas.
Entre ellas, se encuentran las siguientes:
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Tratamientos: pueden incluir muchos enfoques, como disminuir los factores desencadenantes que agravan los espasmos, incluidas infecciones, cambios de posición o cambios ambientales.
Los tratamientos también pueden incluir fisioterapia y terapia ocupacional, uso de órtesis y yesos seriados.
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Medicamentos: los medicamentos con receta médica que se administran por vía oral, es decir, por boca, pueden ser útiles para reducir la espasticidad.
- Inyecciones: las inyecciones de toxina botulínica (bótox), fenol o alcohol se pueden aplicar en músculos espásticos específicos para bloquear las señales que hacen que se contraigan.
Estas inyecciones brindan un alivio temporal, lo que te permite mover y fortalecer los músculos.
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Bomba intratecal de medicamentos: con la ayuda de un dispositivo colocado directamente en el líquido cefalorraquídeo, hay medicamentos (como baclofeno) que pueden ayudar a relajar determinados músculos en el cuerpo, lo que puede aliviar los espasmos, los calambres y la opresión.
El baclofeno por vía intratecal no cura estos problemas, pero puede permitir que otro tratamiento, como la fisioterapia, sea más útil para mejorar tu afección.
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Cirugías: las opciones pueden incluir cortar nervios sensoriomotrices que conducen a músculos espásticos o cortar músculos, tendones o ligamentos para mejorar el movimiento.
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