Reduce el riesgo de contraer la COVID-19 mientras viajas para vivir una aventura segura y divertida.

Escrito por el personal de Mayo Clinic

El éxito de un viaje empieza por estar preparado para lo inesperado. La enfermedad por coronavirus 2019, también llamada COVID‑19, ya forma parte de la planificación habitual de los viajes.

Cuando elijas un destino, grupo de viaje o evento, añade la COVID‑19 a la lista de cosas que debes investigar. Cuando prepares tu maleta o la de cualquier otra persona a la que tengas que cuidar en el viaje, ten en cuenta la prevención y las pruebas para la COVID‑19.

Nadie quiere prever lo peor, pero tener un plan en caso de que contraigas el virus de la COVID-19 mientras viajas te permite ahorrar tiempo si necesitas atención médica.

Para empezar, puede ser útil plantearse estas preguntas básicas al hacer planes.

Mantenerse al día con la vacuna contra la COVID-19 ayuda a prevenir la enfermedad grave, la necesidad de atención médica hospitalaria y la muerte debido a la COVID-19.

Si necesitas recibir la vacuna, planifica hacerlo, al menos, unas semanas antes de viajar. La protección de la vacuna no es inmediata.

Muchas personas con COVID-19 no tienen síntomas o tienen enfermedad leve. Si embargo, en adultos mayores y personas de todas las edades con determinadas enfermedades, la COVID-19 puede llevar a que se necesite atención médica en el hospital o a la muerte.

Si tú o las personas de tu entorno corren un riesgo alto de contraer una enfermedad grave por COVID-19, toma medidas adicionales de seguridad durante el viaje o después de este.

Pregunta a un profesional de atención médica si debes tomar alguna medida específica.

Es posible que, en el país al que viajes, no sea necesario demostrar tu estatus respecto de la COVID-19, pero podrías necesitar la información por otros motivos.

En los eventos, lugares o grupos turísticos, pueden exigir una prueba de que obtuviste un resultado negativo para la COVID-19 o de que estás al día con la vacuna contra la COVID-19. Verifica esto antes de viajar para tener toda la documentación necesaria.

Nadie quiere estar enfermo mientras viaja. Pero en caso de que así sea, ayuda saber dónde puedes obtener atención médica y si podrás aislarte de los demás mientras tengas síntomas.

Prepara un botiquín para la COVID-19 con pruebas rápidas caseras, mascarillas, termómetro, toallitas desinfectantes y desinfectante de manos que contenga, al menos, un 60 % de alcohol.

Antes de partir, obtén información sobre salud de un profesional de atención médica. Asegúrate de que te brinde información sobre cualquier enfermedad que tengas y los medicamentos que tomas.

El virus que causa la COVID-19 se contagia principalmente de una persona a otra. Cuando el virus se disemina, pasar tiempo en espacios cerrados con una multitud de personas aumenta el riesgo de contraerlo. El riesgo es mayor si el espacio tiene poca circulación de aire.

El aliento de las personas transporta el coronavirus.

El virus se disemina cuando una persona con COVID-19 exhala, tose, estornuda, canta o habla. Las gotitas o partículas que exhala la persona infectada pueden, posiblemente, ser inhaladas por otras personas si están cerca o en áreas poco ventiladas.

Si una persona estornuda o tose, por ejemplo, el virus alojado en su respiración puede caer directo en la cara de alguien que está cerca. Además, las personas pueden tocar una superficie que tiene gotitas exhaladas y, luego, tocar sus caras con las manos en las que tiene coronavirus.

Durante el viaje, una manera de reducir el riesgo de contraer COVID-19 es lavarse las manos con frecuencia.

Lávate las manos después de ir al baño, antes de cocinar o de comer, y después de toser, estornudar o sonarte la nariz. Si tocas algo que otros suelen tocar, como el botón de un ascensor o un pasamanos, asegúrate de lavarte las manos después.

También, en lo posible, evita tocarte los ojos, la nariz o la boca.

Usar una mascarilla facial es otra forma de reducir el riesgo para COVID-19.

Los viajes trasladan a personas de lugares en los que los virus pueden diseminarse a niveles más altos. Las mascarillas pueden ayudar a retardar el contagio por virus respiratorios en general, incluido el virus de la COVID-19.

Son principalmente útiles en lugares con poca ventilación y en los que estás en contacto cercano con otras personas. Además, las mascarillas pueden ayudar si los virus se diseminan a niveles altos en los lugares a los que viajas o por los que pasas.

Usar mascarilla es especialmente importante si tú o tu acompañante tienen un riesgo alto de enfermarse gravemente de COVID-19. Elige la mascarilla que brinde la mayor protección posible, que se ajuste bien y que sea cómoda.

A medida que el virus que causa la COVID-19 cambia, las vacunas contra la COVID-19 se actualizan, así que mantente al día con las vacunas recomendadas.

Verifica con los organismos sanitarios de la zona para saber en qué zona se disemina el virus de la COVID-19. La información sobre la diseminación del virus puede incluir la cantidad de personas hospitalizadas con COVID-19 o que dan positivo en las pruebas de la enfermedad.

Elige actividades al aire libre y mantén cierta distancia con los demás. La escasa ventilación y la aglomeración de personas aumentan las probabilidades de que entres en contacto con el virus que causa la COVID-19.

Si puedes, evita estar con personas que tienen síntomas de COVID-19 o que están enfermas.

Es probable que haya momentos durante el viaje en los que no puedas elegir la distancia con otras personas. Estos son algunos consejos para viajar en avión o en transporte público, y para el alojamiento.

Se cree que el riesgo de contraer el virus que causa la COVID-19 al viajar en avión es bajo.

El aire de la cabina del avión cambia rápidamente durante el vuelo y se renueva cada pocos minutos en algunos aviones. Además, el aire de los aviones suele filtrarse. De este modo, los gérmenes, incluidos los virus, quedan atrapados antes de diseminarse.

El aire que sale de las rejillas de ventilación ubicadas encima de los asientos de cada fila puede ayudar a evitar la diseminación de gérmenes. Los asientos también pueden actuar como barrera contra la diseminación de gérmenes en un avión, a menos que la persona enferma esté sentada cerca de ti.

Puedes ayudar a reducir el riesgo si te apartas para mantener distancia entre tú y los demás, cuando sea posible, y lavarte las manos con regularidad.

Usar una mascarilla en las zonas concurridas, como las filas de seguridad y los baños, puede ayudar a que te protejas de la COVID-19 y otras enfermedades respiratorias.

Los trenes y autobuses pueden tener buena circulación y filtración de aire. No obstante, verifica esto antes de viajar para saber qué esperar. Cuando un vehículo esté lleno de gente, usa una mascarilla facial y toma otras medidas, como lavarte las manos.

Es posible que los taxis y los automóviles privados que se usan para compartir viajes no tengan filtro de aire. Sin embargo, en la mayoría de los casos, bajar una ventanilla puede ser una opción para mejorar la ventilación.

Las empresas de alquiler de automóviles pueden publicar sus políticas de limpieza en Internet, o puedes preguntar directamente al reservar el vehículo.

Los protocolos de limpieza en hoteles, alquileres vacacionales y otros alojamientos han vuelto a ser, en gran medida, los mismos que antes de la pandemia de la COVID-19. Si tienes alguna pregunta sobre cómo protegen los anfitriones o las empresas a los huéspedes, comunícate con ellos directamente. En las zonas públicas de los hoteles, toma medidas para reducir el riesgo de contraer el virus que causa la COVID-19.

A pesar de tus planes, una enfermedad puede hacer que tu viaje se retrase o se cancele. Quédate en casa si tú o alguien con quien viajas:

  • Tienen síntomas de COVID-19, como fiebre o pérdida reciente del gusto o del olfato.
  • Se han sometido a una prueba de la COVID-19 y esperan los resultados.
  • Les diagnosticaron COVID-19.

Mantente atento a síntomas graves de la COVID-19, como dificultad para respirar o dolor en el pecho. Si tú o una persona bajo tu cuidado tienen síntomas que te preocupan, busca ayuda.

Una vez que la fiebre haya desaparecido y los síntomas mejoren, puedes optar por viajar. Pero durante unos cinco días después de haber mejorado, aún podrías contagiar a otras personas el virus que causa la COVID-19. Toma medidas adicionales para proteger a las personas que te rodean.

  • Usa una mascarilla.
  • Mantén las distancias con los demás, sobre todo cuando estés en espacios cerrados.
  • Lávate las manos regularmente.
  • Asegúrate de que haya circulación de aire. Para ello, enciende los ventiladores o abre las ventanas cuando puedas.

Si empiezas a sentir molestias o vuelves a tener fiebre, evita estar cerca de otras personas hasta que te sientas mejor.

Gracias a las vacunas, las pruebas y el tratamiento para la COVID-19, los eventos y los viajes han vuelto a los niveles habituales en muchos lugares. Sin embargo, cuando se producen brotes de la COVID-19, es importante que seas flexible con los planes que tengas. Saber si el virus de la COVID-19 se está diseminando en tu zona o en los lugares que visitarás puede ayudarte a decidir si viajar o no, y qué poner en tu itinerario.

Nov. 26, 2024